2 jun 2011

EL TRICICLO O UNA MANERA DISTINTA DE REFLEJAR LA REALIDAD

El lunes pasado, los fendetestas de 3º de ESO hemos dedicado nuestra reunión semanal a seguir caminando por el curioso mundo de Fernando Arrabal. Tras la lectura de El triciclo, y de la mano de Climando, Apal, Mita, el guardia, el señor de los billetes... hemos viajado a un lugar sin nombre y a un tiempo impreciso que, paradójicamente, nos sitúa en una sociedad y en un momento concreto de la historia, probablemente de España: la lucha por la supervivencia, que lleva al hombre a ejercer impasiblemente la violencia, la indiferencia e hipocresía de los sectores acomodados, el lenguaje absurdo e incomprensible de las autoridades oficiales... son dianas del dardo de Arrabal. Lo mejor: lo grotesco y el humor amargo que rodea los hechos, inicialmente absurdos si no tenemos en cuenta el componente simbólico  de objetos y acciones (el triciclo como instrumento de trabajo, el lenguaje absurdo del guardia, los billetes del hombre burgués, el sueño casi perpetuo de Apal...).
Después de interpretar el significado de la obra, hemos hecho una valoración del teatro de Arrabal: distinto a los modelos tradicionales, los fendetestas le atribuyen el gran mérito de hacer una enorme crítica que nos deja un sabor amargo valiéndose de pequeñas obras llenas de situaciones absurdas y de un humor de doble filo. Desde luego, no es tarea fácil conseguir tanto con lo que aparentemente parece tan poco.

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