Un grupo de Fendetestas estamos leyendo la obra de J. Sierra i Fabra Querido hijo: estás despedido. En ella, un muchacho es despedido por sus padres porque no respeta ninguna de las normas que son necesarias para convivir en familia y en sociedad.
Lo que hace el protagonista está mal: todos debemos colaborar en casa y no podemos disculparnos diciendo que otros no lo hacen. Los padres tienen obligaciones con sus hijos, pero estos también las tienen con sus padres.
En la tertulia hemos comentado como el protagonista se salta algo que es fundamental para que la sociedad funcione: las normas, los pactos tácitos que están ahí y que todos conocemos. Sabemos desde pequeños que hay que respetar a los padres, asumir tareas en casa y en el colegio,.. Y si no hacemos lo que nos corresponde, es preciso que eso tenga consecuencias, pues de adultos nos sucederán cosas cada vez más graves si no lo entendemos ahora.
Estamos seguros de que si el despido "doméstico" funcionase como algo normal, más de uno se lo pensaría antes de dejar la habitación sin recoger, los deberes sin hacer o antes de protestar por lo que no le apetece hacer.
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